FABIOLA RICCI: ENTRE EL DISFRAZ INDÍGENA Y LAS SOMBRAS DE LA CORRUPCIÓ

Chiapasenlamira.com
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas – 2 de junio de 2025

En MORENA, el pasado de sus figuras políticas parece ser lo de menos. Lo que predomina es la simulación, los pactos oscuros y la sed insaciable de poder. Un caso que retrata con claridad esta doble moral es el de Fabiola Ricci Diestel, actual alcaldesa de San Cristóbal de Las Casas, quien pasó de ser panista conservadora a autodenominarse indígena para ganar una diputación por el partido que se dice de izquierda.

En 2021, Ricci Diestel sorprendió al registrarse como candidata indígena, emulando la estrategia de otros políticos oportunistas como Roberto Rubio, postulado por el PVEM en la región tojolabal. Lo escandaloso no fue solo su salto ideológico, sino el haber adoptado una identidad étnica sin sustento. ¿Qué legitimidad puede tener alguien que, sin pertenecer a una comunidad originaria, se asume tsotsil o tseltal según convenga?

Primero lo intentó como tseltal; ante las inconformidades, cambió a tsotsil con el aval del gobierno estatal. Justificó su decisión diciendo que “no se necesita sangre indígena, sino compromiso con las comunidades”. Un discurso vacío, pues en su paso por el Congreso local no presentó ninguna iniciativa significativa para la región Altos Tsotsil-Tseltal.

Pero sus sombras no terminan ahí. En 2023, Josefa Sánchez Pérez, entonces presidenta municipal de Teopisca, la acusó de estar implicada en el desvío de recursos públicos hacia una empresa propiedad de Martín Ricci Diestel, hermano menor de Fabiola. El desfalco fue documentado con pruebas: transferencias bancarias hechas sin autorización desde el ayuntamiento.

Pese a la gravedad de las acusaciones, ni la dirigencia estatal ni nacional de MORENA reaccionaron. La legisladora se victimizó, alegando ser blanco de “violencia política”, y anunció acciones legales que nunca prosperaron. Como suele ocurrir en estos casos, el escándalo se diluyó en el olvido institucional.

Hoy, convertida en alcaldesa de San Cristóbal de Las Casas, Fabiola Ricci continúa su carrera política sin rendir cuentas, arropada por un partido que presume combate a la corrupción mientras protege a quienes la ejercen.

El discurso del “Cero Corrupción” no puede seguir siendo un eslogan vacío. Los hechos están sobre la mesa: suplantación de identidad indígena, desvío de recursos y simulación legislativa. Fabiola Ricci es la prueba de que en Chiapas, la impunidad sigue siendo el mejor aliado del poder.

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