EL AMATE: UN PENAL DONDE LA LEY CALLA Y LA IMPUNIDAD GOBIERNAPARTE 2:

 EL AMATE: UN PENAL DONDE LA LEY CALLA Y LA IMPUNIDAD GOBIERNAPARTE 2:

Mucho se ha dicho de Yudiel, de su historial, de los d3litos que cometió. Es terrible, pero cómo esos actos pretenden justificar un nuevo crim3n dentro de un espacio donde el Estado tiene control absoluto. No se trata de defenderlo; se trata de exigir respuestas. Porque si esto le pasó a alguien tan visible, tan polémico, ¿qué no les pasará a cientos de r3os comunes, a los que nadie escucha, a los que nadie cree?Y hay que decirlo con claridad: ¿cómo es posible que dentro del penal existan celdas privadas, privilegios, autogobiernos, negocios cland3stin0s, venta de protección? Lo que ocurre en las cárceles de Chiapas no es ajeno al caos institucional que se vive fuera. Donde no manda la ley, manda quien paga, quien amenaza, quien ordena.Basta de simulación. Basta de funcionarios que ensayan posturas frente a TikTok mientras el sistema penitenciario —y el Estado en sí— se derrumba. El cargo público no es una pasarela. Es una responsabilidad. Y la sociedad ya no quiere excusas ni videos: quiere justicia.Lo ocurrido con Yudiel Flores no puede quedarse en titulares morb0s0s ni en señalamientos unilaterales. Se necesita una investigación seria, independiente, con vigilancia ciudadana, con apertura a organismos de derechos humanos y con consecuencias reales.¿Quiénes eran los custodios responsables de esa área? ¿Quién controla los accesos? ¿Dónde están los listados de visitas, de ingresos, de movimientos? ¿Dónde está el registro de cámaras? ¿Por qué no se activaron los protocolos ante las denuncias previas? ¿Por qué no se actuó?El Amate es hoy una metáfora del Estado: uno que se presenta como fuerte, pero es poroso; que se dice justo, pero omite; que se proclama vigilante, pero es ciego ante lo evidente.Se trata de que la sociedad entera exija justicia. Que quienes delinquen —los verdaderos culpables— vayan a la cárcel. Que estas sean espacios reales de readaptación, no centros de autogobierno ni redes de d3lito. Que no se conviertan en centros de t0rtur@ ni viol3ncia encubi3rta. Se trata de recuperar la noción básica de justicia, legalidad y dignidad humana.Si el Estado no puede garantizar ni eso… ¿entonces para qué existe?UNA FISCALÍA QUE EVADE EL FONDOLa conferencia de prensa ofrecida por el fiscal Jorge Luis Llaven Abarca resulta alarmante, no sólo por su tono, sino por el enfoque elegido: se ocupó más tiempo en reiterar los delitos por los que el occiso ya había sido sentenciado que en responder las preguntas centrales sobre lo ocurrido dentro del CERSS No. 14, El Amate.Esta estrategia, lejos de aportar claridad, abre la puerta a una preocupación mayor: la reformulación mediática de un delito ya juzgado, con el fin de desviar la atención de la responsabilidad institucional sobre lo que acontece dentro del penal.Desde el punto de vista jurídico, este tratamiento resulta por lo menos irregular, y podría considerarse violatorio del principio de legalidad y del derecho a la seguridad jurídica. En lugar de esclarecer las condiciones que permitieron un nuevo d3lito —el h0micidio de una persona bajo cust0dia del Estado— se busca justificar la omisión institucional.Más grave aún es que se insinúe que el occiso seguía cometiendo d3litos desde pris!ón, sin explicar cómo, quiénes lo permitieron y por qué no se detuvo esa operación si había indicios o pruebas. Esto evidencia una omisión de deber legal por parte de la autoridad penitenciaria, que podría constituir encubrimi3nto, neglig3ncia grave o incluso co@utoría por omisión, según el derecho penal.Reiterar los antecedentes penales del occiso no exime al Estado de su obligación de proteger. Cualquier mu3rte en custodia debe investigarse bajo el principio de debida diligencia reforzada, no relativizarse con insinuaciones para justificar la inacción.La responsabilidad no se diluye con declaraciones: debe haber consecuencias jurídicas. Si no se investigan con rigor las condiciones, omisiones y posibles complicidades que llevaron a esta mu3rte, no sólo se vulnera el derecho de la víctima a la verdad, sino que se establece un precedente peligroso: que en Chiapas, m0rir en custodia puede no tener culpables.#JusticiaPenitenciaria #CasoYudielFlores #ElAmate #DerechosHumanos #CrisisPenal #Fiscalía #ChiapasEnLaMira#ChiapasEnLaMiraNoticias #ChiapasEnLaMiraNoticias #SeguridadPública

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