PARTE 1: MISTERIO, CORRUPCIÓN Y MU3RT3: LO QUE ESCONDE EL PENAL EL AMATE

 PARTE 1: MISTERIO, CORRUPCIÓN Y MU3RT3: LO QUE ESCONDE EL PENAL EL AMATE

Chiapasenlamira.com Tuxtla Gutiérrez, Chiapas 15 abril 2025La muerte de Yudiel Fl0res T0var, mejor conocido como «El C0y0te C0nsent1d0», ha destapado no sólo un caso de h0m1c1d1o al interior de un centro penitenciario, sino una podredumbre institucional que muchos prefieren mirar de lejos. El caso debería incomodar a cualquier persona que crea mínimamente en la función del Estado: administrar justicia, proteger derechos, garantizar orden.Y, sin embargo, lo que tenemos enfrente es un escándalo que se intenta disolver en declaraciones confusas, imágenes “filtradas”, culp@bles no claros y una Fiscalía más ocupada en justificar su narrativa que en reconocer la dimensión del fracaso.¿Qué pasó realmente dentro del CERSS No. 14, El Amate? ¿Quién mató a Yudiel? ¿Por qué? ¿Qué sabía él que pudo haber puesto en riesgo a otras personas?El fiscal Jorge Llaven Abarca ofreció una conferencia donde se dijo mucho y, a la vez, no se dijo nada. Informó que el cuerpo fue hallado en una posición que pretendía simular un su1c1d1o, pero que la necropsia confirmó lo evidente: fue estrangulado. Luego aseguró que dentro de su celda se encontró un teléfono móvil con imágenes que indicarían que el hoy occiso seguía cometiendo d3l1t0s delicados, específicamente relacionados con m3n0r3s de edad.Y aquí comienza la larga lista de preguntas:¿Cómo entró ese celular? ¿Cuántos más hay en poder de reos? ¿Cómo llegaron imágenes tan comprometedoras a un penal que presume protocolos “rigurosos”?Pero lo más terrible: ¿cómo es que m3nor3s de ed4d habrían entrado a una c3lda individual? ¿Quién los dejó pasar? ¿Quién los acompañó? ¿Dónde estaban los filtros, los custodios, el personal de trabajo social, las cámaras? ¿Cómo estar en una celda individual si lo que se vive, en general, entre los reos es hacinamiento? Máxime cuando los familiares no tienen dinero suficiente para pagar por seguridad, cama, o para evitar el trabajo pesado y la limpieza de baños.Cualquiera que haya ingresado a El Amate no dejará mentir: ya sea como familiar, defensor, servidor público, personal técnico o por labor social, sabe lo que significa atravesar ese control de ingreso: revisiones invasivas, preguntas, tiempos largos, vigilancia estricta. Y si se entra con menores, el protocolo es aún más riguroso. ¿Entonces cómo se explica este nivel de negligencia —o complicidad?La versión oficial habla de dos líneas de investigación:Venganza de otros internos o sus familias.Operación delictiva dentro del penal con protección de custodios.Ambas son graves. Pero también parecen diseñadas para distraer. Porque Yudiel ya había denunciado amenazas, ya había solicitado su traslado, ya había expuesto públicamente presuntas redes de corrupción dentro del penal. ¿Y qué hizo el Estado? Lo dejó ahí. En una celda llena de secretos, rodeado de enemigos, vigilado —dicen— por cámaras que nadie revisa.¿Qué papel juega el director del penal, ? ¿Cómo es posible que un penal con historial de abusos, tortura y autogobiernos siga operando como si nada pasara?¿Y el secretario de Seguridad del Pueblo, qué dice? ¿Y el gobernador, que en campaña hablaba de justicia y transformación y ahora continúa en unas eternas vacaciones pagadas por el erario público? ¿Y el fiscal, que parece más preocupado por justificar que por investigar?

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