Los 100 días de ERA y la Seguridad del Pueblo: Entre el Espejismo y la Realidad

Chiapasenlamira.comUn informe alternativoSegunda parteEn Chiapas, que es muchos Chiapas a la vez, la seguridad ha sido siempre una promesa difícil de cumplir. Hoy, bajo la administración de Eduardo Ramírez Aguilar (ERA), la Secretaría de Seguridad del Pueblo ha recibido un impulso sin precedentes. Se han redirigido recursos de otras dependencias para fortalecerla, asegurando que, al menos en papel, el problema no será la falta de dinero. Sin embargo, la pregunta clave sigue siendo: ¿qué se está haciendo con esos recursos?Óscar Alberto Aparicio Avendaño: ¿La Figura Adecuada?Óscar Alberto Aparicio Avendaño, capitán piloto aviador y licenciado en Derecho, entre otros estudios, asumió la titularidad de la Secretaría de Seguridad del Pueblo con un historial que genera opiniones encontradas. Su experiencia en seguridad es innegable: ha ocupado puestos clave en el combate al crimen organizado y la seguridad pública en diferentes estados del país. Sin embargo, su paso por Chihuahua dejó una estela de más de 14,000 homicidios dolosos. Sí, Chihuahua es otro estado, con otro contexto y problemáticas particulares, pero una cifra así deja dudas razonables sobre la efectividad de las estrategias implementadas.El arribo de Aparicio Avendaño a Chiapas responde a una decisión del gobernador que, en teoría, busca garantizar estabilidad en un estado cada vez más complejo. Pero la pregunta que muchos se hacen es: ¿entenderá realmente la naturaleza del conflicto en Chiapas o intentará imponer un modelo de seguridad que ha fracasado en otros lugares?La experiencia con foráneos: Historias que resuenanNo es la primera vez que Chiapas recibe a funcionarios de otras partes del país, y la reacción de la población ha sido, históricamente, ambivalente. El escepticismo hacia los foráneos no es gratuito; es el resultado de múltiples experiencias en las que la arrogancia, la insensibilidad y el desconocimiento han marcado la llegada de nuevos personajes al poder.Corrían los tiempos de Enrique Peña Nieto como presidente de la República y Manuel Velasco Coello como gobernador, cuando una oleada de funcionarios del Estado de México y Tamaulipas arribó a Chiapas. En una reunión interinstitucional, un tamaulipeco, con ese aire de suficiencia que a veces acompaña la ignorancia, soltó un comentario que aún resuena en la memoria de quienes lo escucharon:—Cuando recibí la invitación para venir a colaborar con el gobernador a Chiapas, lo primero que dije fue: «Ah, caray, ¿y dónde queda Chiapas?» Así que busqué un mapa y, ¡ah, vi Chiapas! ‘La última frontera’.Algunos rieron, intentando congraciarse con el personaje. Otros, más discretos, le recordaron en silencio su árbol genealógico. Su trabajo en Chiapas, por cierto, fue tan mediocre como su comentario.Tiempo después, en las oficinas de la Torre Chiapas, un argentino, que llegó con menos poder que el tamaulipeco, pero con la misma actitud, intentó replicar la escena. En lugar de un comentario torpe, eligió la burla y el desprecio. Se mofó de sus colaboradores por la fuerte presencia indígena en Chiapas. Su tono de superioridad quedó en evidencia hasta que alguien le recordó una verdad incómoda:—México, Chiapas, con todo y sus problemas, tiene raíces que han resistido siglos. A pesar de la colonia, nuestros pueblos han logrado ser transgeneracionales. Argentina, en cambio, fue construida por los descendientes de los barcos. Sus pobladores originarios fueron prácticamente aniquilados por la conquista. Su nación, por más que se vista de grandeza, es una construcción de migrantes de todas partes.Un pibe con conocimientos, pero sin sabiduría, sin estrategia y sin terreno, duró poco.Y hay muchas más historias desafortunadas con foráneos. No todos, pero sí demasiados.La lección fue clara: quienes llegan a Chiapas con arrogancia, sin respeto y sin comprender, difícilmente encontrarán un lugar en la memoria colectiva sin ser recordados con desprecio.Toca abrir la conciencia, practicar la política humanista y descolonizar el pensamiento.Los Pakales: ¿Estrategia efectiva o mero espectáculo?En este contexto, Aparicio Avendaño no puede darse el lujo de cometer los mismos errores. La creación de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP) ha sido una de sus apuestas más visibles. Este grupo especial, presentado como un escuadrón élite, ha ejecutado operativos, incluyendo la detención de 92 policías en Comitán acusados de colaborar con el crimen organizado.Pero aquí la duda persiste: ¿se trata de una estrategia efectiva o de un espectáculo mediático para generar la ilusión de control? En un estado donde la violencia se alimenta de la corrupción, la impunidad y la transición de un poder a otro en todos los niveles, y grupos; la verdadera transformación no vendrá de uniformes vistosos, de una imagen de mimetización con Omar García Harfuch, ni de despliegues de equipos para grabación cinematográfica.Más aún, la seguridad no puede construirse desde un escenario con mujeres convertidas en utilería performativa para enviar mensajes de inclusión de género.Por otra parte, los Pakales no están exentos de denuncias de abuso de poder y uso desmedido de la fuerza. La militarización de la seguridad sin controles efectivos y sin contrapesos no resuelve la crisis; solo la disfraza.El C5: Tecnología sin ConfianzaOtro de los puntos críticos es el Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad (C5). En teoría, esta institución debería ser el pilar de la inteligencia policial en Chiapas, pero en la práctica, su eficiencia ha sido constantemente cuestionada.Se presume que su infraestructura está certificada y que ha recibido inversiones millonarias, pero la confianza en su operatividad sigue siendo baja. Denuncias recientes sobre la falta de respuesta oportuna, así como la manipulación de información en casos de alto perfil, ponen en duda su credibilidad.Si el C5 sigue operando como un elefante blanco, sin una estrategia clara para mejorar su desempeño, la seguridad en Chiapas seguirá siendo una promesa incumplida.¿Qué espera la ciudadanía, al menos mínimamente, en materia de seguridad en Chiapas?🔹 Fortalecimiento de la inteligencia operativa ➝ ¿Cómo garantizar que la seguridad no sea solo reactiva?Es imprescindible transitar de una seguridad basada en la reacción tardía a una estrategia de inteligencia operativa real. Esto significa implementar sistemas de análisis predictivo y monitoreo estratégico, no limitarse a una videovigilancia pasiva que solo documenta hechos consumados.Sin embargo, la inteligencia no debe confundirse con vigilancia intrusiva sobre la ciudadanía, ni utilizarse como un mecanismo de control que afecte a quienes trabajan y buscan vivir en paz. La seguridad debe centrarse en la prevención eficaz del delito, no en la supervisión innecesaria de la población.🔹 Coordinación interinstitucional efectiva ➝ ¿Cómo hacer que las dependencias trabajen en conjunto? Establecer mesas de seguridad con participación ciudadana y evaluación de resultados periódica.🔹 Capacitación y depuración de cuerpos policiales ➝ ¿Cómo evitar infiltraciones criminales en la policía? Realizar controles de confianza reales, con seguimiento y auditoría externa.🔹 Atención a las causas estructurales de la violencia ➝ ¿Cómo prevenir en lugar de solo reprimir? Invertir en educación, empleo y desarrollo comunitario.Más Recursos, ¿Mejores Resultados?La inyección de dinero en la Secretaría de Seguridad del Pueblo es una decisión acertada solo si se traduce en resultados tangibles. No basta con incrementar el presupuesto si la estrategia sigue siendo la misma. Chiapas sigue siendo un polvorín y la administración de ERA tiene la responsabilidad de apagar la mecha antes de que la situación se salga de control.El reto para Óscar Aparicio Avendaño es claro: demostrar que su llegada a Chiapas no es un simple traslado de viejas estrategias fallidas, sino el inicio de un modelo de seguridad que realmente responda a la complejidad del estado. Para ello, necesita algo más que presupuesto y operativos espectaculares: necesita estrategia, sensibilidad, comprensión y, sobre todo, un respeto profundo por la tierra en la que ahora trabaja.#ChiapasEnLaMiraNoticias#ChiapasEnLaMiraInforma#TuxtlaGutiérrez#100DiasDeGobierno