Un paso adelante para la dignidad policial, pero aún hay mucho por hacer

 Un paso adelante para la dignidad policial, pero aún hay mucho por hacer

@chiapasenlamira

El reciente anuncio del gobernador Eduardo Ramírez Aguilar sobre el aumento del 40% al salario de los policías estatales en Chiapas marca un precedente importante en la dignificación de uno de los trabajos más esenciales y, al mismo tiempo, más desafiantes en nuestro país. Este incremento beneficiará a unos 8,000 agentes operativos y a otros 2,000 elementos administrativos, representando un alivio económico significativo para sus familias. Sin embargo, este avance no debe ser el punto final, sino el inicio de una transformación integral del sistema de seguridad pública.Durante años, los policías han trabajado con sueldos insuficientes, obligándolos a buscar otras formas de sustento o, en el peor de los casos, a caer en prácticas corruptas para complementar sus ingresos. Este aumento salarial es un reconocimiento a la importancia de su labor, pero también es una responsabilidad: al otorgarles mejores condiciones, se abre la puerta para exigirles un servicio más profesional, ético y comprometido con la ciudadanía.En este sentido, la Secretaría de Seguridad del Pueblo, liderada por Oscar Alberto Aparicio Avendaño, tiene una tarea urgente. No basta con pagarles mejor a los policías si no se les capacita de manera adecuada. Es imprescindible implementar programas de formación que aborden no solo aspectos técnicos, sino también éticos y legales. Los policías deben aprender a respetar y proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos, esos que están garantizados tanto en nuestra Constitución como en acuerdos internacionales.Asimismo, es vital erradicar las prácticas de abuso de poder y extorsión que han deteriorado la relación entre la policía y la sociedad. El uniforme debe ser un símbolo de autoridad y confianza, no de temor. Para lograrlo, no solo se necesita capacitación, sino también mecanismos de supervisión estrictos y sanciones ejemplares para quienes deshonren el compromiso con su comunidad.El respeto hacia los uniformados no se impone; se gana con acciones que demuestren su compromiso con la legalidad y el bienestar colectivo. Por eso, este aumento salarial debe venir acompañado de un cambio estructural que fortalezca la confianza entre la policía y la ciudadanía. Solo así podremos avanzar hacia un modelo de seguridad más justo y efectivo.Enhorabuena por este primer paso, pero el camino hacia una policía digna, respetada y profesional apenas comienza.

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