La democracia en la balanza

Por #ChiapasEnLaMiraLas declaraciones del expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León durante el Foro de Perspectivas Económicas 2025 han encendido un debate crucial sobre el rumbo democrático de México. Desde el escenario del ITAM, Zedillo acusó al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum de consolidar un modelo político que, según él, se aleja de la democracia y se acerca peligrosamente a una autocracia hegemónica.Si bien sus críticas pueden ser vistas como parte de una confrontación política natural en un sistema plural, no debemos ignorar el trasfondo del mensaje. Zedillo, recordado por liderar una transición democrática importante —pero también por decisiones económicas devastadoras como el Fobaproa—, pone sobre la mesa una discusión válida: ¿hacia dónde se dirige nuestra democracia?Acusar a Morena de ser un partido hegemónico con tintes autocráticos es un llamado de atención que debe ser analizado desde diversas perspectivas. La concentración del poder y las reformas judiciales recientes son temas que inquietan a sectores académicos, económicos y políticos. Sin embargo, también es importante recordar que Zedillo representa a una generación política que ha cargado con sus propios desaciertos y contradicciones.En Chiapas, donde las heridas de las crisis económicas y sociales del pasado aún no sanan del todo, la centralización del poder y el debilitamiento de las instituciones democráticas serían especialmente devastadores. La democracia en nuestro estado y en el país debe fortalecerse desde la pluralidad, el respeto a las leyes y la participación ciudadana.Desde #ChiapasEnLaMira, invitamos a reflexionar sobre este intercambio de visiones políticas. Si bien es indispensable cuestionar a quienes hoy ostentan el poder, también es necesario evaluar las intenciones y los intereses de quienes critican desde un lugar de privilegio. México necesita una democracia sólida, transparente y funcional, pero esa construcción exige que todos, gobierno y ciudadanos, asumamos nuestra responsabilidad en la preservación de las instituciones.La democracia no es un ideal estático, sino un proyecto en constante evolución. La pregunta que debemos hacernos no es solo quién tiene la razón, sino qué acciones podemos emprender, como sociedad, para mantener viva nuestra República.