Bloqueos y Violencia Aíslan a la Sierra y la Frontera en Chiapas

Por Mario Moreno Chiapasenlamira.com
La situación en Frontera Comalapa y sus alrededores se ha vuelto insostenible.
Desde hace meses, los bloqueos y la violencia entre cárteles de la droga, han tomado el control de las principales rutas, dejando a cientos de comunidades en completo aislamiento.
A pesar de la presencia del Ejército y la Guardia Nacional, los caminos que conectan con Comitán, San Gregorio Chamic y otros puntos estratégicos permanecen bloqueados o controlados por grupos armados, sumiendo a la región en un ambiente de terror.
El aislamiento de Frontera Comalapa:
En localidades como San Gregorio Chamic, los enfrentamientos y bloqueos han impuesto un cerco alrededor de la población. Los habitantes no pueden salir de la zona, y aquellos que intentan regresar a sus hogares son detenidos por grupos armados que controlan los filtros.
En algunos casos, los civiles han sido secuestrados o reclutados a la fuerza, incluyendo niños y personas mayores, obligados a participar en los bloqueos o a pagar multas que superan los $5,000.
En este escenario, los comerciantes han reducido sus horarios, cerrando temprano por temor a represalias.
Los productos básicos escasean, y el precio de frutas, verduras y otros insumos se ha disparado, dejando a la población sin acceso a alimentos y recursos esenciales.
Para los habitantes, el transporte hacia Comitán está bloqueado desde hace dos meses, y sin vehículos particulares, muchos permanecen atrapados, sin poder trabajar o acceder a servicios médicos.
Los reclamos de la población:
La desesperación ha llevado a la población a organizar marchas y manifestaciones, pidiendo al gobierno que actúe con firmeza para desarticular los grupos criminales y levantar los bloqueos.
Sin embargo, la respuesta ha sido lenta y, hasta ahora, insuficiente. Los pobladores exigen la creación de corredores humanitarios que permitan el libre tránsito, especialmente para los enfermos que requieren atención médica urgente.
En medio de esta crisis, se han levantado nuevos focos de violencia en Villaflores y otras zonas de la sierra chiapaneca.
Grupos armados han surgido, dedicándose al secuestro masivo de migrantes. Historias como la de Andrés, un joven venezolano que fue encerrado en un lugar llamado «La Gallera», revelan la crueldad de estos grupos. En este sitio, niños y adultos son obligados a pagar rescates bajo condiciones inhumanas, siendo marcados con un sello en forma de ancla una vez que han pagado su liberación.
La inseguridad y la vida cotidiana:
A pesar de la presencia militar, las comunidades de la Sierra Madre de Chiapas, desde Bella Vista hasta Chicomuselo, están dominadas por el miedo.
Los caminos están bloqueados con árboles caídos y zanjas cavadas por los propios pobladores bajo la coerción de los grupos armados.
La Guardia Nacional, aunque visible en la región, parece impotente frente a la magnitud del problema. El comercio y la economía local están al borde del colapso, y el temor de ser secuestrado o reclutado a la fuerza es parte de la vida diaria.
Un llamado urgente:
La situación es desesperada. Los habitantes claman por una intervención más contundente del gobierno federal y estatal, así como de las fuerzas de seguridad, para que los bloqueos sean levantados y la región pueda recuperar algo de normalidad. «Estamos prácticamente secuestrados», exclama uno de los habitantes, quien ruega que se difunda su mensaje, pero sin revelar su identidad por miedo a represalias.
Los bloqueos no solo afectan la movilidad de las personas, sino que también han generado un clima de incertidumbre sobre el futuro de toda la región.
Mientras tanto, los habitantes de Frontera Comalapa, Chamic, Bella Vista y otras localidades continúan esperando una solución que aún parece lejana, en medio de un entorno que se vuelve cada vez más hostil y peligroso.
La esperanza persiste entre los pobladores, pero el miedo y el sufrimiento también se extienden, alimentados por la indiferencia y la violencia que no cesa.