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Caracas, Venezuela – Nicolás Maduro asumió hoy su tercer mandato como presidente de Venezuela para el periodo 2025-2031, en un ambiente marcado por disturbios y protestas en las calles, así como controversias políticas en el ámbito nacional e internacional.

El líder chavista juró el cargo en una ceremonia celebrada en el Palacio de Miraflores, respaldado por altos mandos militares y representantes de países aliados. Sin embargo, la tensión prevalece en el país, ya que Edmundo González, principal candidato opositor y considerado por muchos como el verdadero ganador de las pasadas elecciones, sigue cuestionando los resultados.

González, quien había prometido regresar a Venezuela para este día, permanece en República Dominicana, lo que ha generado críticas entre sus seguidores. «El pueblo necesita respuestas, no ausencias», declararon miembros de su partido en una manifestación realizada en Caracas.

En el plano internacional, la comunidad global mantiene un ojo crítico sobre la situación en Venezuela. Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó la participación del embajador Leopoldo Gíveis como representante del país en la toma de posesión, un gesto que reafirma la posición de su gobierno en torno a la legitimidad de la administración de Maduro.

Mientras tanto, el panorama en las calles venezolanas sigue siendo de confrontación. Protestas multitudinarias estallaron en Caracas y otras ciudades, con ciudadanos exigiendo cambios estructurales en el gobierno y denunciando fraudes electorales. La situación ha generado enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, dejando varios heridos y detenciones, según reportes preliminares.

El nuevo mandato de Nicolás Maduro representa un capítulo más en la polarización política y social que atraviesa Venezuela, con un pueblo dividido entre el apoyo al chavismo y la esperanza de un cambio liderado por la oposición.