¿Inspiración o apropiación? El alma de Ghibli no se genera con IA

Chiapasenlamira.comEn redes sociales abundan imágenes y videos “estilo Ghibli”: melodías de Joe Hisaishi sobre paisajes artificiales generados por inteligencia artificial. Bonito, sí… algunas. ¿Pero auténtico?Studio Ghibli no es solo estética “cozy”. Es historia, es crítica social, es infancia, dolor, memoria. Cada escena animada a mano lleva horas de observación del mundo real, de pausas, de contemplación. Usar su estilo, sonidos y símbolos como fondo para contenido desechable no es homenaje: es apropiación.Hayao Miyazaki lo dijo sin rodeos:“El arte necesita alma.”Y el alma no se genera en segundos, no se automatiza, no se simula. El alma se dibuja con paciencia, con errores, con humanidad.Pero la inteligencia artificial, alimentada por la prisa y el algoritmo, ha vaciado incluso lo más sagrado del arte: su vínculo con lo humano.Y muchos, en su afán por verse bien en redes, se montan sin pudor sobre cualquier tendencia… sin entenderla, sin respetarla, sin pensarla.La cultura visual lo devora todo: el fondo cede ante la forma, la reflexión ante la viralidad.Y el problema no es que la tecnología avance —eso es inevitable—, sino que la conciencia retroceda.Y entre todos los sectores, me pregunto:¿Realmente saben qué significa Studio Ghibli?¿Quién es Miyazaki?La clase política… sinceramente, la mayoría no lo sabe.No tengo pruebas, pero tampoco dudas.Y el ejecutivo del estado de Chiapas no fue la excepción.¿De quién fue la brillante idea de subirse al trend de Ghibli?Tanta es la ansiedad de apuntarle a todo… que terminan por atinarle a nada.No a todos les queda.Por ejemplo —y que conste: no es mi persona favorita—, pero hay que reconocerlo: a Marcelo Ebrard sus videos en redes le salen.Tal vez porque es preparado, carismático, porque ha tenido un buen equipo de comunicación… o todo junto.Pero no todos pueden. Y definitivamente, no todos deben.No quieran entrar a todo. No lo fuercen. No quieran entrar con calzador.Menciono a Ebrard por nombrar a alguien del mismo partido, aunque no de la misma corriente.Porque aunque intenten proyectar unidad, lo transpiran, no:es evidente que no lo son.Volviendo al punto: qué ganas de estar visibles en redes…Y en esa obsesión, han olvidado su verdadero hacer:vivir, prepararse, estudiar; y en el caso de la clase política, dirigir y gobernar.Porque mientras algunos hacen arte para sanar al mundo, otros lo usan solo para sumar likes.Tanto vacío… que terminan por unirse a cualquier moda pasajera, aunque no les corresponda.Y sí, entre tantas variables, hay una constante que ya es insalvable:el equipo de comunicación de Eduardo Ramírez Aguilar, más que sus aliados, parecen sus peores enemigos.¿Recuerdan ese dicho?“Los que te quieren hundir, aplaudirán hasta tus más grandes errores.”»Por el bien de todos…» —decía el eslogan.Entonces, por el bien de Chiapas, enfoquen las energías en lo que aún se espera —y ya urge—:un buen gobierno.Imagen de Studio Ghibli #NoTodoEsEstética #GhibliConAlma #CulturaNoSeReplica #ChiapasEnLaMira