El show de los 100 (y más) días de Eduardo Ramírez Aguilar

Chiapasenlamira.com Tuxtla Gutiérrez, Chiapas | 10 de abril de 2025La vida siempre está llena de señales, pero como dicen las abuelas: “Lo estás mirando… y no lo ves.” La mayoría pasa por alto lo evidente, agotada por la rutina de la supervivencia, la monotonía… o simplemente esperando que alguien más haga algo.Las primeras red flags no se disfrazaron. Estuvieron ahí desde el principio, sin disimulo.El que entendió, entendió.Como aquella entrevista en #SagaLive con Adela Micha, donde aparecieron Ricardo Monreal, Armando Guadiana, Raúl Sandoval y Eduardo Ramírez Aguilar.—¿Y tú vas a ser candidato por cuál partido? —preguntó Adela.—Por el que sea, pero voy a ser —respondió Eduardo, sin dudar.Esa frase, más que una ocurrencia, fue una declaración de intención.En los pueblos se entiende así: cuando alguien va decidido por el poder “a como dé lugar”, ya vendió el alma… aunque sea por adelantado.Y es que ese tipo de ambición no nace de la nada. A veces se arrastra desde carencias profundas, heridas personales, una necesidad de validación que nunca llegó, no se trabajó, no se sanó. Y cuando una persona así alcanza el poder sin haber sentido respeto, respaldo o reconocimiento en su camino… ¿cómo creen que gobernará?Es una mezcla peligrosa:El poder sin conciencia puede convertirse en revancha.Y la política sin alma, en puro espectáculo.Los primeros 100 días de gobierno de Eduardo Ramírez Aguilar fueron anunciados como una nueva era para Chiapas. Se habló de paz, de orden, de control.El discurso fue amplificado en todos los canales posibles: “la violencia ha disminuido”, repetían.Pero bastaba mirar más allá de las cámaras y los filtros para ver que esa calma no venía del Estado… sino de una tregua. Y no precisamente con la ciudadanía.Testimonios locales y fuentes independientes advierten que esa supuesta tranquilidad coincidió con un “reordenamiento” impuesto por el cr1m3n 0rg4n1z4d0.Se redujeron los enfr3ntamient0s visibles, sí, pero a cambio se fortalecieron estructuras d3lictiv@s que hoy siguen operando.¿Estrategia gubernamental?Si existió, fue silenciosa, ambigua o simplemente inexistente.Lo único que se multiplicó fueron las apariciones del gobernador: en eventos, en redes, en videos editados.Un gobernador-influencer más que un estadista.Y mientras tanto, Chiapas despertó… pero no del letargo, sino del espejismo.Repuntes de v10l3nc14, d3sap@rici0nes, 4s4lt0s en carretera, d3splaz@mient0s forz@d0s, c0br0s de p!s0.El mi3d0 volvió a instalarse.Y con él, la pregunta que muchos temen hacer:¿Qué se negoció durante esos 100 días?¿A qué costo se vendió la imagen de estabilidad?Porque las cifras oficiales no alcanzan para ocultar lo que ya se dice de boca en boca.En muchas comunidades, quienes mandan no portan uniforme ni juraron un cargo público: son los jefes del cr1m3n 0rg4n1z4d0, operando a plena luz del día.Y el gobierno… mirando hacia otro lado.Lo más grave no es solo que Chiapas siga atrapado entre la marginación y la violencia.Es que desde el poder se utilice la comunicación como maquillaje de la crisis.El “nuevo pacto” que presume ERA se tambalea.Porque no se puede pactar con el cr1m3n sin pagar un precio.Y ese precio lo estamos pagando las y los chiapanecos.Gobernar no es posar.No es administrar una imagen.No es sostener por compromisos de campaña un equipo sin perfil, débil y ya con serias fracturas internas.Es enfrentar las raíces de los problemas, desmontar redes de corrupción y proteger la vida de la gente.De lo contrario, toma aún más fuerza lo que dijo Nayib Bukele, presidente de El Salvador, y que bien fue para México:“Cuando un gobierno no combate la crim!n@lid@d… es porque los cómp|ic3s están en el gobierno.”#ChiapasEnLaMira#ShowDeLos100Días#GobiernoSinRumbo#InseguridadEnChiapas#PactoConElMiedo#ComunicaciónDeFantasía#LaRealidadNoSeEdita#CrisisEnChiapas#GobernarNoEsPosar#ChiapasNosDuele#VerdadSinMaquillaje#ChiapasResiste