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Lo que debía ser un día de celebración para Isabel y su esposo terminó en una noche de incertidumbre y miedo. El 17 de diciembre de 2022, durante su boda en el Salón de Fiestas Tierra Bonita en Berriozábal, Chiapas, un comando armado irrumpió en el festejo, alterando la tranquilidad de los asistentes.

Testigos aseguran que alrededor de 11 hombres encapuchados, vestidos de negro y portando chalecos tácticos con supuestas siglas oficiales, ordenaron a los invitados tirarse al suelo mientras recogían celulares y carteras. La confusión y el terror se apoderaron del lugar.

Entre los asistentes se encontraba Cassandra, una joven de 18 años que celebraba el matrimonio de su madre. Al escuchar el caos, Cassandra buscó desesperadamente a su pequeño hijo, desobedeciendo las órdenes de los hombres armados. Según testigos, su negativa a tirarse al suelo llamó la atención del grupo, quienes finalmente la obligaron a unirse a otras tres personas: su novio, su tío y un músico que amenizaba la fiesta.

Los cuatro fueron subidos a vehículos que abandonaron rápidamente el lugar. Familiares intentaron pedir ayuda de inmediato, pero encontraron barreras. Llamadas al 911 no recibieron respuesta oportuna, y la comandancia municipal, ubicada a pocos metros, cerró sus puertas y apagó sus luces. El alcalde municipal de Berriozábal, Jorge Acero Gómez declaró que se trataba de una riña.

Imágenes posteriores mostraron que los vehículos en los que se trasladó a las víctimas pasaron por al menos tres retenes de seguridad, pero no fueron detenidos, lo que ha generado cuestionamientos sobre el proceder de las autoridades.

Hasta el momento, Cassandra sigue desaparecida, y su familia continúa exigiendo justicia y respuestas sobre lo ocurrido aquella noche.

Una historia que evidencia los desafíos de seguridad en la región y la importancia de la búsqueda incansable de justicia. Mientras tanto Isabel Torres madre de Cassandra continúa su búsqueda.

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(Primera entrega de cuatro partes)